20 noviembre, 2017

Rio Grande do Norte, Brasil, del 20 al 30/11/2017

Viaje en familia, de descanso, en el que de paso pude aprovechar para hacer avistaje y fotografía de aves.

El estado de Rio Grande do Norte tiene unas playas increíbles, bellísimas, de arenas claras y cálido mar turquesa, que invitan a relajarse y disfrutar.


El estado cuenta con una conjunción de ambientes interesantes. Tiene algunas escasas manchas de Mata Atlántica, su extremo más norte, como así de Cerrado. Pero lo que más prevalece es la Caatinga (significa "mata blanca", en Tupí) en el interior del estado, y en las zonas costeras los Manglares.


Primero me hospedé unos días en Pipa, al sur de Natal. Cerca esta la localidad Baia Formosa, donde quedan unas manchas de Mata Atlántica bastante bien conservadas, y en donde pude observar algunas especies nuevas para mi, especialmente el Chiroxiphia pareola (Saltarín Dorsiazul o Blue-backed Manakin) una de las especies que más interés tenía en poder registrar.

En ese lugar pude ver muerto y ya en estado de descomposición avanzada a un perezoso.



 En la propia localidad de Pipa, se pueden ver delfines en sus playas, y en los árboles que rodeaban al hotel Monos Tití Común (Callithrix jacchus) e iguanas arbóreas.






Los siguientes días hasta el regreso, nos quedamos en Natal, que también tiene unas playas espectaculares.
Desde Natal, hice una salida hacia el norte, buscando ambientes específicos para registrar aves.
Asi pude recorrer un sendero en un ambiente conservado de Caatinga cercano a la localidad de Joao Camara, y una zona costera de lagunas salobres y manglares en Macau y alrrededores.

Ambas salidas lo hice con los servicios de dos guías locales, Jorge Dantas (+55 84 9606-9132) y Ricardo Duarte (+55 84 9930-0456). Ambos muy conocedores de las aves de la región, con gran conocimiento de sus diferentes cantos, lo que permitió la mayoría de los registros tanto en Mata Atlántica como en Caatinga, ambos ambientes muy diferentes pero muy densos, donde es difícil lograr ver las aves... mis gracias a ambos por la paciencia, perseverancia e interés permanente en que lograra una buena foto de cada especie que me interesaba registrar.



En total pude observar 127 aves, de las cuales 32 fueron la primera vez que las observaba, y de estas a 29 las pude registrar con mi cámara.